un cambio de imagen para reavivar la llama
Cuando diseñamos un producto y lo hacemos realidad, nos sentimos como Geppetto dando vida a Pinocho. Porque en Expormim creamos objetos con alma, objetos que esperamos que duren más de una vida. Un legado. Nuestros muebles no son esclavos de la moda. Están hechos para perdurar. De todos modos, entendemos que el tiempo y el uso pueden estropearlos o que los propietarios puedan cansarse de su apariencia.
Segunda vida
Como fabricantes, podemos (y queremos) dar una segunda vida a esos productos que tanto amamos. Porque creemos firmemente en la sostenibilidad y apostamos por el mantra de las tres “R”: reducir, reciclar, reutilizar. Y porque queremos que nuestros clientes vuelvan a enamorarse de ese mueble que un día les robó el corazón.
Valor añadido
El dinero no es el único indicador del valor de un objeto. Para nosotros existen otros factores como el diseño, la historia, la tradición y el saber hacer de los artesanos que intervienen en su elaboración. Otro valor añadido sería la posibilidad de un cambio de imagen. Recogemos los muebles y los traemos de vuelta a fábrica para proporcionarles nuevas cuerdas, nuevas espumas, nuevos tapizados e incluso un color diferente.
Bueno para ti, bueno para el planeta
Una vez listo, lo volveremos a empaquetar con el mismo cuidado, cariño e ilusión por la reacción del cliente que la primera vez y, sobre todo, seguros de haber empezado a escribir un nuevo capítulo de su bella y única historia. En Expormim, sentimos que este es el camino hacia un consumo más consciente y un estilo de vida sostenible, nuestra particular forma de hacer las paces con el planeta.
Cuando diseñamos un producto y lo hacemos realidad, nos sentimos como Geppetto dando vida a Pinocho. Porque en Expormim creamos objetos con alma, objetos que esperamos que duren más de una vida. Un legado. Nuestros muebles no son esclavos de la moda. Están hechos para perdurar. De todos modos, entendemos que el tiempo y el uso pueden estropearlos o que los propietarios puedan cansarse de su apariencia.
Segunda vida
Como fabricantes, podemos (y queremos) dar una segunda vida a esos productos que tanto amamos. Porque creemos firmemente en la sostenibilidad y apostamos por el mantra de las tres “R”: reducir, reciclar, reutilizar. Y porque queremos que nuestros clientes vuelvan a enamorarse de ese mueble que un día les robó el corazón.
Cuando diseñamos un producto y lo hacemos realidad, nos sentimos como Geppetto dando vida a Pinocho. Porque en Expormim creamos objetos con alma, objetos que esperamos que duren más de una vida. Un legado. Nuestros muebles no son esclavos de la moda. Están hechos para perdurar. De todos modos, entendemos que el tiempo y el uso pueden estropearlos o que los propietarios puedan cansarse de su apariencia.
Segunda vida
Como fabricantes, podemos (y queremos) dar una segunda vida a esos productos que tanto amamos. Porque creemos firmemente en la sostenibilidad y apostamos por el mantra de las tres “R”: reducir, reciclar, reutilizar. Y porque queremos que nuestros clientes vuelvan a enamorarse de ese mueble que un día les robó el corazón.
un cambio de imagen para reavivar la llama
Cuando diseñamos un producto y lo hacemos realidad, nos sentimos como Geppetto dando vida a Pinocho. Porque en Expormim creamos objetos con alma, objetos que esperamos que duren más de una vida. Un legado. Nuestros muebles no son esclavos de la moda. Están hechos para perdurar. De todos modos, entendemos que el tiempo y el uso pueden estropearlos o que los propietarios puedan cansarse de su apariencia.
Segunda vida
Como fabricantes, podemos (y queremos) dar una segunda vida a esos productos que tanto amamos. Porque creemos firmemente en la sostenibilidad y apostamos por el mantra de las tres “R”: reducir, reciclar, reutilizar. Y porque queremos que nuestros clientes vuelvan a enamorarse de ese mueble que un día les robó el corazón.
Valor añadido
El dinero no es el único indicador del valor de un objeto. Para nosotros existen otros factores como el diseño, la historia, la tradición y el saber hacer de los artesanos que intervienen en su elaboración. Otro valor añadido sería la posibilidad de un cambio de imagen. Recogemos los muebles y los traemos de vuelta a fábrica para proporcionarles nuevas cuerdas, nuevas espumas, nuevos tapizados e incluso un color diferente.
Bueno para ti, bueno para el planeta
Una vez listo, lo volveremos a empaquetar con el mismo cuidado, cariño e ilusión por la reacción del cliente que la primera vez y, sobre todo, seguros de haber empezado a escribir un nuevo capítulo de su bella y única historia. En Expormim, sentimos que este es el camino hacia un consumo más consciente y un estilo de vida sostenible, nuestra particular forma de hacer las paces con el planeta.
Cuando diseñamos un producto y lo hacemos realidad, nos sentimos como Geppetto dando vida a Pinocho. Porque en Expormim creamos objetos con alma, objetos que esperamos que duren más de una vida. Un legado. Nuestros muebles no son esclavos de la moda. Están hechos para perdurar. De todos modos, entendemos que el tiempo y el uso pueden estropearlos o que los propietarios puedan cansarse de su apariencia.
Segunda vida
Como fabricantes, podemos (y queremos) dar una segunda vida a esos productos que tanto amamos. Porque creemos firmemente en la sostenibilidad y apostamos por el mantra de las tres “R”: reducir, reciclar, reutilizar. Y porque queremos que nuestros clientes vuelvan a enamorarse de ese mueble que un día les robó el corazón.
Cuando diseñamos un producto y lo hacemos realidad, nos sentimos como Geppetto dando vida a Pinocho. Porque en Expormim creamos objetos con alma, objetos que esperamos que duren más de una vida. Un legado. Nuestros muebles no son esclavos de la moda. Están hechos para perdurar. De todos modos, entendemos que el tiempo y el uso pueden estropearlos o que los propietarios puedan cansarse de su apariencia.
Segunda vida
Como fabricantes, podemos (y queremos) dar una segunda vida a esos productos que tanto amamos. Porque creemos firmemente en la sostenibilidad y apostamos por el mantra de las tres “R”: reducir, reciclar, reutilizar. Y porque queremos que nuestros clientes vuelvan a enamorarse de ese mueble que un día les robó el corazón.
